MIRADORES DE ÁLORA

 

La calle Uriquí se encuentra por encima de la prolongación de la calle Carmona salvando un desnivel de 17 m.

 

El proyecto buscaba definir un nuevo espacio público sobre un talud ajardinado.

 

En la parte inferior de la calle Uriquí, a unos ocho metros por debajo, se encuentran las cubiertas del Teatro Cervantes de Álora. Este borde se comporta como una cornisa a modo de mirador real hacia el valle del Guadalhorce, que desciende suavemente hasta las orillas del río.

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La solución propuesta se planteó el diseño y ejecución de un borde ordenado, que, como urbanización permitiese el uso de ese límite. Para ello se dispusieron tres plazas mirador de manera escalonada para poder adaptarse a la pendiente de la calle y que a su vez sirviese de borde protegido respecto al fuerte desnivel existente.

 

La implantación de estos tres miradores, comporta, debido al fuerte desnivel, la ejecución de unos fuertes muros de hormigón, que actúan a modo de cajas soporte. Desde la parte baja se perciben tres volúmenes puros enjalbegados que no hacen sino recordar la esencia de lugares como Álora en constante adaptación construida y blanca respecto a la orografía heredada.

 

Los pavimentos de los tres miradores se comportarán como una yuxtaposición de alfombras donde el color, la textura y el recuerdo vestirán estas superficies

 

El proyecto establece de esta manera un sistema de relaciones que acuerda las distintas cotas de nivel de la calle superior y del talud, recoge los distintos ámbitos de uso, entrada, ajardinamiento, estancia y mirador, buscando una unión flexible entre los tres miradores. Su mayor singularidad la regala su difícil condición topográfica desde la cual disfrutar desde una vista asegurada de un paisaje necesario.